La prevención de pérdidas en el sector alimentario es uno de los temas que forman parte de los programas de sostenibilidad de la ONU. Según los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del organismo, la intención es reducir a la mitad las pérdidas de alimentos para 2030. Esto se aplica tanto a las cadenas de producción y suministro como a las pérdidas posteriores a la cosecha, teniendo en cuenta el comercio minorista y el consumo en sí mismo
Las ganancias, además de estar relacionadas con el cumplimiento de las metas de la ONU, también se reflejan en la facturación de las empresas. Después de todo, perder mercancías significa afectar la rentabilidad de su negocio.
Pensando en esto, preparamos este contenido que explica la importancia de la prevención de pérdidas en la cadena alimentaria y 6 prácticas certeras para evitar este problema. ¡Siga leyendo y conozca los demás beneficios de un control efectivo en el sector alimentario!
Llamamos pérdidas a todos los desperdicios de alimentos que ocurren a lo largo de la cadena de producción agrícola, considerando las diversas etapas productivas hasta que los alimentos llegan a la mesa del consumidor.
Esto significa que, para que un plan de prevención de pérdidas sea eficaz, el programa debe contemplar tanto los niveles de producción como las etapas de almacenamiento y manipulación de alimentos durante todos los eslabones de la cadena productiva de alimentos hasta el consumo.
En la industria de alimentos, por ejemplo, sabemos que incluso los pequeños errores pueden ocasionar enormes pérdidas, como los primeros signos de fallas en algún equipo de refrigeración.
Por eso es tan importante estar atento a los procesos alimentarios de principio a fin, lo que incluye desde la elaboración de un plan de prevención de pérdidas detallado hasta la concienciación de los colaboradores en los más variados niveles de actuación.
Es responsabilidad de los gestores asumir la tarea de implementar un riguroso plan de prevención de pérdidas para reducir posibles errores y fallas operativas que puedan generar desperdicios y pérdidas en el sector.
La automatización de procesos -junto con la concienciación de los colaboradores- es una importante aliada en la implementación de prácticas preventivas. Después de todo, hoy en día contamos con la ayuda de la tecnología para optimizar procesos y ayudarnos a corregir cuellos de botella antes de que se conviertan en un problema grave en el sector.
Los dispositivos tecnológicos también ayudan a mantener los departamentos más alineados, lo que facilita procesos internos como el control de producción, de inventario y almacenamiento. Este cuidado es esencial durante toda la cadena de producción hasta el consumo, dado que la logística administrativa implica lidiar con una extensa secuencia de procedimientos para el control de calidad y seguridad de los alimentos, como el transporte de frutas, legumbres y verduras.
Ahora pasemos a las prácticas que puede implementar junto con su equipo para reducir las pérdidas y evitar pérdidas financieras en el sector alimentario.
Si ha estado notando fallos operativos que llevan a la pérdida de alimentos, es hora de planificar un cambio en la logística. No espere a que el problema empeore para elaborar un plan de acción y ponerlo en marcha.
El primer paso en este sentido es comprender las razones de las pérdidas y lo que puede hacer para evitarlas. Defina una solución para cada problema identificado y, preferiblemente, delegue funciones entre los departamentos para que todos los colaboradores se sientan de alguna manera responsables de la reducción de pérdidas.
Es muy importante que el plan de prevención de pérdidas se difunda ampliamente entre todos los departamentos de la empresa. Si es necesario, crea un equipo de supervisión para garantizar la evaluación constante de los procesos. Esta es una excelente manera de ver los resultados, ya que las prácticas preventivas estarán bajo supervisión día a día.
Recuerda que es muy importante escuchar cuidadosamente a todos los colaboradores, ya que muchas ideas pueden surgir de diferentes puntos de vista. Este trabajo en equipo también favorece una actitud colaborativa, de modo que los equipos se sientan cada vez más comprometidos y motivados a ver que el plan de prevención está funcionando.
Las auditorías son una parte muy importante de las prácticas de prevención de pérdidas. Después de todo, solo evaluando los resultados es posible saber qué estrategias están funcionando y qué aún necesita ser mejorado. Al validar su planificación estratégica, trata de replicar los estándares exitosos en los demás sectores que aún no están obteniendo los resultados esperados.
Además, considera contar con auditorías externas, ya que pueden aportar una mirada más rigurosa sobre tu control de calidad. Otra ventaja es que los auditores externos también evaluarán con mayor rigor el cumplimiento de ciertos aspectos burocráticos, como las leyes vigentes y otras normas de prevención de pérdidas.
Los programas de calidad van de la mano con la planificación de prevención. Esto se debe a que estos programas normalmente incluyen la manipulación de alimentos, almacenamiento y otros procesos decisivos para un control de calidad efectivo. Es importante recordar que los programas de calidad también pueden incluir la evaluación de protocolos de seguridad e higiene alimentaria, aunque esto no sea el enfoque principal de este tipo de control.
El objetivo principal del programa es señalar fallas, identificar cuellos de botella y estandarizar procesos a partir de un análisis minucioso de factores de riesgo. A medida que este plan se va poniendo en práctica, los gestores pueden retroalimentarlo a partir de la validación de estrategias de éxito y la identificación de prácticas de prevención que fueron más eficientes.
El inventario es uno de los puntos más problemáticos cuando hablamos de prevención de pérdidas en el sector alimentario. Esto se debe a que cuando este departamento no se administra adecuadamente, puede ocurrir una serie de daños a los artículos, principalmente cuando se trata de alimentos perecederos como frutas, verduras y legumbres (FLV), como la pudrición de alimentos y otros problemas que generan desperdicios
Una buena manera de hacer un control de inventario efectivo es contando con sistemas automatizados que organicen el flujo de trabajo en este sector. Así, se facilita el cumplimiento del plan de prevención de pérdidas a partir de la estructuración de cada etapa de control, como la verificación de los elementos, el recuento de productos, entre otros indicadores relevantes.
A lo largo del contenido, ya hemos dado algunas pistas de cuán importante es contar con herramientas tecnológicas para poner en práctica su plan de prevención de pérdidas en el sector de alimentos.
El soporte de software especializado en gestión de calidad permite un control automatizado a partir de listas de verificación digitales, informes de actividades, definición de estándares, contacto con proveedores, entre otros aspectos cruciales para el control de calidad.
Las listas de verificación, por ejemplo, son recursos indispensables para evaluar el cumplimiento de las actividades de cada departamento diariamente. Con la ayuda de los sistemas digitales, es muy fácil definir los elementos de la lista, mapear actividades y monitorearlas en la palma de las manos para garantizar la fluidez del trabajo, corregir errores y prevenir pérdidas.
Como vimos, el plan de prevención de pérdidas y el control de calidad siempre van de la mano en el segmento alimenticio. Después de todo, solo con la definición de procesos adecuados y el monitoreo constante de las actividades es posible garantizar que los alimentos estén siempre listos para seguir su curso en la cadena de producción y abastecimiento.
También destacamos otra gran ventaja del uso de sistemas digitales en el sector de alimentos: el soporte de datos para la toma de decisiones más acertadas. Hoy en día, en plena era de la transformación digital, los datos se han convertido en un factor importante para definir un buen plan de prevención de pérdidas y, sobre todo, para replicar patrones de éxito.
Por lo tanto, el trabajo con inteligencia de datos se ha vuelto cada vez más necesario para que los gestores optimicen los procesos operativos y tengan más tiempo libre para enfocarse en las demandas que necesitan del factor humano, como concientizar a los equipos sobre la importancia del plan de prevención de pérdidas para una operación sostenible.
Todos estos aspectos resultan en procedimientos más efectivos y rigurosos en el sector alimentario. Esto favorece la rentabilidad de los negocios y, al mismo tiempo, promueve cadenas de producción y abastecimiento más inteligentes y comprometidas con la sostenibilidad.
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